miércoles, 27 de junio de 2012

Mentiras ¿hasta cuando?

No es nada nuevo descubrir que el actual gobierno ha llegado al poder a base de mentiras. No es nada nuevo que esa estrategia es tristemente parte de la política desde hace años. Y tampoco es nada nuevo que el ciudadano simplemente acepte esas mentiras y no sea capaz de derrocar a un gobierno que mancillado la democracia para llegar al poder.

Mentiras que a veces son tan incomprensibles como las vertidas sobre el cierre de las minas. Mientras los sucesivos gobiernos acusaban a Europa de obligarlos a cerrar las explotaciones no rentables, desde Bruselas  dicen que es otra mentira más ¿que interés puede tener un gobierno para llevar a la ruina y la despoblación de buena parte de las comarcas mineras? Esto se llama alta traición. Y la alta traición se debería pagar con el más severo castigo.

Mentiras tan ridículas como intentar convencer que el rescate a los bancos no lo pagarán los ciudadanos, sin embargo son os ciudadanos los que sufrirán la inminente subida del IVA, los que tras pagar impuestos volverán a pagar los medicamentos o nuevos peajes en las autovías que se han financiado con dinero público.

Mentiras que pretender que una deuda pública del 0.8% sea la culpable de la desviación de más del 5% de la deuda privada, obligando a los ciudadanos a pagar los excesos de la banca y grandes empresas privadas.

Mentiras que año tras años, legislatura tras legislatura, han ido culpando a los ciudadanos de los errores de unos gobiernos vendidos a un sector privado que lejos de revertir sus ganancias en las arcas nacionales se dedican a sacar su dinero al extranjero. Es decir, gobiernos que deberían velar por el bien de sus ciudadanos, se venden al poder económico extranjero a base de mentir a aquellos que los han elegido.

Mentiras que cada vez van más dirigidas a destruir el tejido empresarial local, en favor del extranjero, que desdeñan las materias primas autóctonas en favor de las foráneas. Mentiras al fin y al cabo de traidores a su tierra que miran para otro lado cuando sus ciudadanos les piden soluciones, mientras nos ponen la excusa de que lo hecho son obligaciones que llegan de fuera, aunque eso también sea otra mentira.
Mentiras que pretenden tapar culpando al contrincante político, pero que al final unos y otros las usan como excusa para arruinar más a los ciudadanos.


Mentiras que están dirigidas a convertir en fanáticos seguidores de tal o cual ideología, con el único objetivo de fomentar la mentira de la rivalidad política, a pesar de que unas y otras mentiras solo estén dirigidas a que los grandes grupos políticos sigan al servicio de bancos y grandes empresas. Unos fanáticos que prefieren aceptar las mentiras antes que reconocer su error, triste condición humana que antepone el orgullo personal antes que rectificar, llevan a que esas mentiras cada vez se hagan más grandes y más peligrosas; llegando a puntos en el que esa mentira, a pesar de volverse contra uno mismo, la convierten en otra con tal de seguir con esa mentira adelante, porque han hecho que se crean esa mentira.

Todo un mundo lleno de mentiras, que manipulan al pueblo y que el pueblo no es capaz de responder con la contundencia necesaria y razonable para desmentir esas mentiras.
Llegando a tal extremo, que cuando el pueblo se revela, como han hecho los mineros, las mentiras anteriores  hacen que los que simplemente piden justicia, verdad y dignidad, sean tratados como terroristas por aquellos que han sido engañados hasta tal punto que no son capaces de reconocer las mentiras.
Quizá nadie se siente identificado con estos fanatismos, precisamente porque las mentiras y el orgullo comen a tanta gente que prefieren seguir creyendo los engaños antes que reconocer la alienación, pero lo cierto es que muy pocos se salven de ello.

Aunque ya se sabe, cuanto más fanatismo, menos se reconocen los errores, incluso algunos, alimentando su ego personal, se dedican a dar lecciones de ese fanatismo, despreciando a todo aquel que no sigue a su secta, porque al final es una secta basada en mentiras, más que una ideología.

¿Tan aborregados e impasibles hemos llegado a ser los ciudadanos? ¿Hasta donde hay que aguantar las mentiras y los engaños de unos gobernantes que no gobiernan?
Porque hay que decirlo claro, desde que la banca ha tomado el control, los gobiernos no gobiernan, y además parece que no quieren hacerlo o quizá no se atrevan a ello por no llevar la contraria a quienes les tienen comprados.

Con todas estas mentiras delante de nuestras narices ¿a que esperamos? Algunos, como los mineros, y han han emprendido su marcha, tomemos ejemplo...



miércoles, 20 de junio de 2012

Representantes ¿de quien?

Ayer quedó patente que el partido esta por encima de los intereses del pueblo cuando todos los diputados del PP acabaron votando contra el mantenimiento de las ayudas a las comarcas mineras, incluidos los que prometieron defender, aunque fuese contra su partido. Algo que ya se gestaba desde días anteriores con las presiones recibidas amenazando a los que se saltasen la disciplina de partido, aunque ello significase traicionar a sus paisanos.
Y así ha sucedido, primó el partido sobre los ciudadanos, y está tradición deja a las cuencas mineras al borde del abismo.
Ante esta traición ¿para que sirven unos diputados que salen elegidos de cada provincia sí al final lo que manda es la dirección del Partido?
Se supone que una democracia se basa en la libertad de voto,y con ello que sus representantes también tengan dicha libertad. Pero los últimos años han dejado claro que la supuesta democracia tiene como base la dictadura de las disciplinas de voto de los partidos. Una dictadura que elimina totalmente cualquier esperanza de representación de cualquier pequeña comarca.
Con todo esto queda claro que por mucho que digan que al acudir a las urnas lo hacemos para elegir a nuestros representantes, al final lo único que hacemos, salvo muy raras excepciones, es elegir a las marionetas que los partidos usarán para cumplir sus caprichos.
Y con estos mimbres ¿por qué seguimos confiando nuestro futuro a estas marionetas, que además pagamos con nuestro impuestos? Para esta dictadura de partido no hace falta tantos representantes, ya que al final todos son uno mismo sin opinión ni derecho a ello.

Es más, ante esta situación en la que el partido impone y no admite ninguna discrepancia ¿aún queda algún político de verdad y que quiera hacer política?
Cualquier político con algo de dignidad que ve en peligro el futuro de aquellos a los que representa, abandonaría de inmediato un partido que traiciona a sus paisanos, pero parece que a veces cuesta demasiado tomar una decisión digna y se sigue anteponiendo el partido a los ciudadanos.
Lo triste es que los ciudadanos, cada vez que se les llama a las urnas, también anteponen el partido a su futuro... Ya va siendo hora de pensar antes de votar, y apartar de la política a aquellos que solo son partido y nunca hacen más política que la que la dictadura del partido ordene.

domingo, 10 de junio de 2012

España rescatada, gobierno fracasado.

El temido rescate ha llegado, España se suma a la lista a la que ya pertenecen Gracia, Irlanda y Portugal, diga lo que diga el actual gobierno.
Porque este gobierno soberbio incapaz de reconocer su fracaso, al estilo del anterior y del anterior, se empeña en hablar de ayudas que solo afectará a la banca y no afecta a los ciudadanos. Vamos, que este gobierno nos toma por tontos y encima pretende que pongamos buena cara.
Los ciudadanos ya están sufriendo las consecuencias del rescate, o las "ayudas" según el PP, y aún falta por ver la peor cara de dichas consecuencias: subida de impuestos, incluido el IVA, más recortes sociales, menos ayudas a los necesitados, incluidos parados y pensionistas, más facilidades para el despido y con ello más paro.
Y por supuesto la banca no va a quedarse de brazos cruzados y también va a hacer pagar ese rescate a los ciudadanos, ya sea con más comisiones o engañando otra vez a tantos ciudadanos ofreciendo productos solo para expertos economistas, entre otros engaños que nos esperan. Eso sin contar que los créditos seguirán parados y solo al alcance de quienes menos los necesitan.

Eso sí, nos seguirán vendiendo esa España que se empeña en ofrecernos cierta marca de bebidas, donde todo da igual mientras haya fútbol u otros entretenimientos. Es decir, la credibilidad de España es igual que la de un payaso de circo, que hace reír a todo el mundo a sabiendas que solo es un espectáculo.

Y a pesar de todo, la mayoría los españoles, sabiendo que todo es un espectáculo vergonzoso, siguen cegados por las mentiras y engaños de un gobierno fracasado que ha dejado la soberanía de España en manos de otros.
Y si esa soberanía y gobierno ha pasado a manos de otros ¿porque sigue el actual gobierno adelante? Si el gobierno ha demostrado claramente su fracaso ¿porque no convoca elecciones como hicieron los anteriores?
Quizá sea porque aún necesita llenarse un poco más los bolsillos a costa de los recortes impuestos de forma dictatorial a los ciudadanos.

Una dictadura que a pesar de no poder dirigir el futuro de España, si que está dispuesta a arruinar a los españoles.
Por supuesto huelga decir que un gobierno que vende a sus ciudadanos al capital, es un gobierno de traidores, y este lo es.

domingo, 3 de junio de 2012

¿Porque tanto interés por ser capital?

La ciudad del Pisuerga ha conseguido, desde la creación del engendro llamado Castilla y León, crecer por encima de cualquier ciudad española y ha de paso situarse entre las 10 ciudades más importantes a costa de arruinar al resto de provincias que componen la autonomía, y en especial llevando a límites de autentica emergencia las tres provincias leonesas.
Todo esto ha sucedido saltándose un estatuto de autonomía que evitaba tener una capital para poder repartir los estamentos oficiales a lo largo del territorio autonómico y así evitar desigualdades como las que hoy vivimos. Pero con un plan ya trazado de antemano, todas se han ido concentrando en la ciudad Pucelana despreciando ese principio de igualdad.
Una concentración de poder que lleva consigo mucho más. Lleva consigo una centralización de la riqueza autonómica que atrae, con una más que dudosa imparcialidad, a cientos de empresas alrededor de ella. Y con esa atracción de dudosa legalidad se buscan además las vías para que los recursos naturales que le faltan sean trasladados desde las provincias limítrofes.
Es decir, la centralización de poder ha conseguido riqueza y recursos, pero eso parece poco, necesitan llenar más su ego con un título para la ciudad, necesitan ser capital a toda costa, y así se reclama desde varios partidos políticos y organizaciones pucelanas.
¿Porque tanto interés si ya lo tienen todo? ¿Que hay detrás de esas aspiraciones capitalinas?
Si ya se han saltado el estatuto de autonomía con el beneplácito de tantos y tantos políticos que se han rendido al centralismo pucelano dejando en la ruina al resto de la autonomía, sobre todo a la parte leonesa ¿donde está el límite para que se paren los pies a este fracaso de Comunidad autonómica?

Después de tantas atrocidades e ilegalidades, está claro que aún esperan algo más y necesitan ese título para terminar de arruinar a todo lo que les rodea, o sino nadie comprende tanto interés por ello.

Y no puede ser así, porque tras saltarse el estatuto de autonomía en tantas ocasiones ya va siendo hora de cumplir y dejar de centralizar en un núcleo lo que pertenece a todos.
O en caso contrario, se le puede dar esa capitalidad a cambio de devolver a los leoneses la autonomía que fue negada contra la voluntad popular. Ya basta de seguir robando, porque no tiene otra forma de llamarlo, y encima pretender restregar por los morros con una capitalidad que ni le corresponde por historia ni ley, ni deja claro el interés por el que se empeñan en solicitarla después de haberse llevado todo.

Por desgracia, los representantes del resto de provincias, incluidas las leonesas, agacharán la cabeza, se bajarán los pantalones y aceptarán que se siga robando impunemente contra toda ley, solo por mantener el puestín, aunque para ello pierdan todo orgullo.